Los directores son parte integrante del sistema educativo. Mientras que los profesores se encargan de educar a los alumnos y asegurarse de que cumplen las normas educativas, los directores se encargan de que la escuela funcione sin problemas. Es un trabajo importante con connotaciones negativas hoy en día.
La finalidad del sistema educativo ha cambiado drásticamente a lo largo de los siglos, a medida que se han implantado y modificado las normas educativas estatales y nacionales. Sin embargo, el papel del director de la escuela ha permanecido constante como forma de aplicar las normas educativas y mantener la estabilidad de la escuela.
Los directores siempre han realizado muchas tareas en el sistema educativo. Desde las actividades cotidianas hasta garantizar que se alcanzan los objetivos generales del centro, el trabajo de un director nunca termina. Los cambios en la función del director de un centro escolar han demostrado que, pase lo que pase, se necesita un director en la escuela.
Los primeros días
En los primeros tiempos de la enseñanza pública, un director era un profesor con funciones administrativas adicionales. Este profesor tenía que impartir clase en un aula y supervisar a otros profesores. Estaban vinculados a su trabajo y a sus comunidades de un modo que los directores de las escuelas modernas no tienen.
Aunque pueda parecer una forma estupenda y descentralizada de dirigir una escuela, el papel del director estaba mal definido. Las escuelas se gestionaban de forma diferente en cada lugar y el profesor que desempeñaba la función de "director" solía estar sobrecargado de tareas administrativas. Al no haber asistencia administrativa en las escuelas, se ofrecía poca ayuda a estos profesores.
Como el papel del director no estaba definido, los alumnos no tenían que preocuparse por él como ahora. El profesor con esta función se encargaba de que el papeleo estuviera en orden, no de atender a los alumnos. La mayoría de los alumnos no se preocupaban por las responsabilidades adicionales que tenía este profesor.
Comenzó a producirse un cambio a medida que Estados Unidos se adentraba en un marco burocrático, que situaba al director como un tipo de mando intermedio en la escuela. A medida que se aplicaba la reforma educativa en diferentes estados y en todo el país, el papel del director se definió para aplicar las normas establecidas por el distrito y garantizar que los profesores fueran capaces de enseñar según esas normas.
El papel ahora
Hoy en día los directores pueden ser una parte incomprendida del sistema educativo. Están a cargo del aula sin estar en ella regularmente. Esto puede causar resentimiento entre los profesores y confusión entre los niños sobre quién es el director. Muchos niños sólo ven al director cuando tienen problemas.
Los directores pueden tener dificultades para mantenerse al día de la evolución de las normas y de cómo ha cambiado su papel. Aunque trabajen en la educación, muchos aspectos de su trabajo pueden parecer tener muy poco que ver con la educación, ya que desempeñan una función más administrativa. También tienen que hacer frente a cualquier presión pública que surja.
Los profesores pueden tener dificultades a la hora de trabajar con el director. Los profesores pueden sentir que su director tiene doble lealtad y que no entiende lo que es estar en un aula. Como se espera de los directores que ayuden a los profesores a alcanzar su pleno potencial en su puesto directivo, puede ser difícil establecer una relación de confianza y de trabajo.
Los estudiantes también pueden tener dificultades para conectar con el director de la escuela. Hoy en día, los directores sólo suelen interactuar con los alumnos cuando hay algún problema, lo que hace que muchos estudiantes vean al director como el malo de la película. Este papel distante, ya sea intencionado o no, crea problemas a los directores a la hora de dirigir la escuela.
Los paseos, tanto formales como informales, pueden ayudar a salvar la distancia que los profesores pueden sentir con su director. Ofrecen al director espacio y tiempo para ver cómo es ser profesor y al profesor una forma de recibir comentarios constructivos.
El objetivo de una visita guiada
Los paseos no siempre fueron importantes para ser un director de éxito. En los primeros tiempos de la educación, las normas eran mínimas o inexistentes y el director era simplemente otro profesor que tenía obligaciones adicionales. Ahora ya no es así.
Hoy en día, los directores de los centros escolares tienen la responsabilidad de asegurarse de que los profesores puedan enseñar al máximo de sus posibilidades, respetando al mismo tiempo las normas educativas vigentes. Las revisiones facilitan que los directores se centren en las necesidades de los profesores y en cómo se aplican las normas educativas en el aula.
Un recorrido informal, en el que un director observa un aula sin anunciarse, permite a los directores ver cómo trabaja el profesor con sus alumnos y los materiales de forma natural. Una vez establecido esto, es mucho más fácil para el director saber qué necesita el profesor para alcanzar su potencial docente.
Esto también ayudará a los directores a conectar con los alumnos. Ayudará a que el director parezca menos malo y más una persona que está ahí para ayudarles. Es más probable que los alumnos sepan que el director puede ayudarles si le ven con regularidad, lo que contribuirá a la cultura de la escuela.
Resumen
El papel del director de escuela ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. Ha pasado de ser una función extraoficial encomendada a un profesor a un trabajo a tiempo completo con normas, pero hay un aspecto que no ha cambiado: el director es el líder del centro.
Ese liderazgo se ha trasladado a un papel administrativo, lo que ha provocado que se forme una distancia entre los profesores, los alumnos y el director. Esta distancia puede corregirse con visitas u observaciones informales a las aulas. Esto ayuda a establecer relaciones entre el director y el resto de la escuela, a la vez que proporciona al director más conocimientos sobre cómo ayudar a los profesores.
El trabajo del director consiste en asegurarse de que se cumplen las normas educativas y de que los profesores tienen lo que necesitan para desarrollar todo su potencial. Observar las aulas informa a los directores de lo que ocurre en ellas y de cómo necesitan ayuda los profesores sin tener que preguntarles directamente.
Dirigir las aulas sin estar en ellas es difícil. Hágalo más fácil con visitas guiadas que muestren a los directores cómo son las aulas y cómo las gestionan los profesores. Incluso unas pocas observaciones pueden contribuir en gran medida a que el director mantenga relaciones sólidas con el resto de la comunidad escolar en sus modernas funciones.