Las visitas a las aulas son una parte esencial de cualquier iniciativa de mejora escolar. Proporcionan a los directores información sobre lo que ocurre en las aulas cada día y permiten a los asesores pedagógicos identificar las áreas en las que los profesores pueden necesitar apoyo adicional. Sin embargo, para que sean eficaces, deben ser aceptadas por todos los miembros de la comunidad escolar, desde los administradores hasta los profesores y el personal de apoyo. En esta entrada del blog, compartiremos algunos consejos sobre cómo fomentar una cultura escolar que apoye las revisiones en el aula.
- Comunicar la finalidad de las inspecciones de aula
El primer paso para fomentar una cultura escolar que apoye las inspecciones de aula es asegurarse de que todo el mundo comprende la finalidad de estas observaciones. Las revisiones no deben utilizarse como una herramienta de castigo o crítica, sino como una oportunidad de reflexión y crecimiento. Cuando los administradores y entrenadores de instrucción se toman el tiempo para sentarse con los maestros y discutir sus observaciones, se envía el mensaje de que todo el mundo está trabajando juntos hacia el objetivo común de éxito de los estudiantes. - Fomentar la reflexión de los profesores
Después de cada recorrido por el aula, es importante hablar con el profesor sobre lo que se ha observado. Esta es una oportunidad para que los docentes reflexionen sobre su práctica e identifiquen las áreas fuertes y las áreas que deben mejorar. La conversación debe ser colaborativa, y tanto el administrador como el profesor deben estar abiertos a los comentarios. También es importante crear un entorno seguro en el que los profesores se sientan cómodos compartiendo sus ideas y sugerencias; esto se consigue mejor cuando los administradores dejan claro que están ahí para apoyar, no para criticar. - Programe tiempo para las visitas a las aulas
Para que las visitas a las aulas sean eficaces, deben realizarse con regularidad. Recomendamos programar al menos una observación por semana para cada profesor. Esto garantizará que todas las aulas se observen con regularidad y que cualquier problema o preocupación pueda abordarse de manera oportuna. - Seguimiento después de cada visita El director no puede limitarse a realizar una visita y olvidarse de ella; el seguimiento es esencial para garantizar que la enseñanza mejora como resultado de las observaciones realizadas durante la propia visita. Sugerimos hacer un seguimiento con cada profesor en las 24 horas siguientes a la observación para discutir lo que se observó e identificar los pasos a seguir.
Cuando se hacen correctamente, las visitas a las aulas pueden ser una herramienta inestimable en cualquier esfuerzo de mejora escolar. Si dedica tiempo a fomentar una cultura escolar positiva que apoye estas observaciones, podrá preparar a su equipo para el éxito.