Llevo más de dos décadas en el mundo de la educación y, desde hace diez años, realizo visitas periódicas a las aulas como director. En ese tiempo, he dado muchas opiniones a los profesores, tanto positivas como constructivas. Y he aprendido mucho sobre lo que funciona (y lo que no) cuando se trata de dar retroalimentación que conduzca a un cambio real. Si usted es un líder educativo que da retroalimentación a los maestros, aquí hay algunas lecciones que he aprendido que pueden ser útiles para usted.
1. Evite dar demasiados comentarios a la vez.
Cuando ves algo que quieres cambiar, puede resultar tentador soltar todo lo que crees que hay que arreglar. Pero esto no ayuda a nadie. Cuando se bombardea a los profesores con demasiados comentarios a la vez, se sienten abrumados y se desconectan. Es importante ser selectivo y centrarse en lo más importante.
2. Sea concreto.
Cuando dé su opinión, asegúrese de que es específica. Por ejemplo, no te limites a decir: "Tu clase ha sido demasiado larga". Diga: "Me he dado cuenta de que hoy te has pasado 10 minutos. En el futuro, procure que sus lecciones no sobrepasen el tiempo asignado para que los alumnos tengan tiempo suficiente para pasar de una clase a otra y no se inquieten demasiado."
3. Utiliza "afirmaciones yo".
Al dar retroalimentación, usa "yo" en lugar de "tú". Por ejemplo, en lugar de decir "Tienes que ser más organizado", prueba con "Me he dado cuenta de que tus materiales no estaban todo lo bien organizados que podrían estar. Sugiero...". Esto ayudará al profesor a sentir que le estás dando sugerencias en lugar de darle órdenes.
4. Evita utilizar palabras negativas.
Las palabras negativas como "no lo hagas", "no lo harás", "no puedes" o "no deberías" ponen a la gente a la defensiva y hacen que sea menos probable que escuchen lo que tienes que decir. Por ejemplo, en lugar de decir "No olvides hacer XYZ la próxima vez", prueba con "En el futuro, recuerda hacer XYZ...". Puede parecer un pequeño cambio, pero puede suponer una gran diferencia en la forma en que el profesor recibe tus comentarios.
5. Busca primero comprender y luego ser comprendido.
Puede ser fácil sacar conclusiones precipitadas cuando ves que en una clase ocurre algo con lo que no estás de acuerdo, pero es importante recordar que puede haber una razón para ello que aún desconoces. Cuando veas algo que te preocupa, da un paso atrás y pregúntale al profesor antes de hacer suposiciones o dar tu opinión. Lo más probable es que haya una explicación perfectamente válida para lo que has visto y, si no la hay, es que le has dado al profesor el beneficio de la duda antes de dar tu opinión.
Conclusión
Dar retroalimentación es una parte importante de ser un líder educativo, pero no siempre es fácil hacerlo con eficacia. Estas son algunas lecciones que he aprendido de mi propia experiencia dando retroalimentación a los maestros después de las revisiones en el aula que podrían ser útiles para otros líderes educativos que se encuentran en situaciones similares.