Muchos directores son conscientes de la importancia de las visitas formales e informales a las aulas. Permiten a los directores conocer de primera mano lo que ocurre exactamente en el aula y demuestran a los profesores que cuentan con el apoyo de su director. Incluso las observaciones rápidas pueden arrojar mucha luz sobre el aula.
Aún más importante que la observación es lo que ocurre después. Las observaciones en el aula no sirven de nada si los directores y los profesores no debaten y planifican después. Saber qué debatir en la reunión es tan importante como llevar a cabo el recorrido en primer lugar.
El debate posterior a la observación es una importante conversación bidireccional entre el director y el profesor para que ambos coincidan en sus objetivos y planes de enseñanza. Es el momento para que los directores hablen de lo que han visto durante la observación, tanto de lo bueno como de lo que hay que mejorar, y para que los profesores hablen de los aspectos en los que creen que han tenido dificultades.
Durante el recorrido
Una visita informal no está planificada y dura entre diez y quince minutos. En cambio, las visitas formales se planifican y duran sesenta minutos. Independientemente del tipo de visita en la que participe el director, es importante que tome notas sobre lo que va bien y lo que hay que mejorar.
Ver a los profesores en una observación de clase que no está planificada es una forma valiosa de ver cómo funcionan los profesores en su clase y con sus alumnos. Cuando los profesores no están preparados para la observación, los directores pueden ver cómo trabaja el profesor en su aula.
Este tipo de observaciones son una gran oportunidad para ver lo que un profesor está haciendo bien y lo que necesita trabajar. Las observaciones muestran ejemplos claros que el director puede utilizar para señalar al profesor. Estos ejemplos pueden ayudar al profesor a darse cuenta de que el director le presta atención y quiere ayudarle a mejorar.
Un debate a dos bandas
Es importante que durante la siguiente reunión el profesor sepa que se trata de una conversación bidireccional. El profesor no debe sentir que se ataca su estilo de enseñanza o que sólo el director puede hablar.
El profesor también debe sentir que puede plantear cualquier problema con el que haya estado luchando y que esté afectando a su eficacia docente. El hecho de que el profesor pueda empezar diciendo cuáles son sus dificultades puede ayudar a sentar las bases para un diálogo abierto sobre su eficacia en el aula.
Los profesores también deben sentir que pueden hablar de lo que necesitan de su director para tener éxito. La mejora no puede producirse en el vacío y los directores deben estar dispuestos a prestar asistencia para ayudar a sus profesores a alcanzar su plena eficacia.
Nombre Ejemplos específicos
Al repasar las notas después de una observación, los directores deben estar preparados para citar ejemplos concretos que hayan visto en el aula. Los ejemplos no deben ser todos positivos o negativos, sino una mezcla de lo que el director vio que se hacía bien y lo que hay que mejorar.
Los ejemplos positivos mostrarán al profesor que el director se da cuenta de su duro trabajo y que no está ahí sólo para criticar. Demuestra que el director sabe que el profesor trabaja duro y aprecia sus esfuerzos. Es más fácil construir una relación positiva cuando un jefe reconoce lo bueno que hace un empleado.
Los ejemplos que se presenten y que deban mejorarse deben ir acompañados de un debate sobre por qué es necesario mejorar y qué necesita el profesor para alcanzar su plena eficacia en ese ámbito. Puede ser útil que el director ya tenga ideas, pero el profesor debe sentirse libre de aportar lo que crea que puede funcionar en su caso.
Desarrollar un plan
Uno de los principales resultados de la observación de una clase es el plan de mejora. El plan de mejora debe tener objetivos y una estructura que parta de los éxitos actuales del profesor. La aportación del profesor también es importante.
Disponer de un plan estructurado y con objetivos fijados ofrece tanto al profesor como al director un punto de partida. Todos los planes necesitan un camino para llegar a ellos, e incluso establecer hitos en el camino hacia el objetivo final puede ayudar a que alcanzarlo sea mucho más fácil. Todas las conversaciones posteriores a la observación deben terminar con un plan que utilice los ejemplos del director para ayudar al profesor a mejorar.
Los profesores también deben contribuir al plan. Pueden determinar si el plan es realista para ellos y qué orientación necesitan para alcanzar esos objetivos. Los profesores también pueden plantear problemas concretos que hayan tenido e incorporarlos al plan final. Los planes deben elaborarse siempre con las aportaciones de ambas partes.
Resumen
Debatir después de la observación es lo que hace que ésta sea tan importante. No se puede hacer nada para cambiar un plan de enseñanza si no se habla de ello. Al detallar los resultados de la observación y elaborar un plan para el futuro, los profesores saben que la observación no era sólo para causar estrés.
Los profesores deben sentirse seguros para hablar de las dificultades que han tenido en el aula y pedir apoyo para trabajar con plena eficacia. Al hacer que la conversación sea bidireccional, los profesores sabrán que no se trata de señalar defectos, sino de trabajar para mejorar.
Aportar ejemplos concretos a la discusión sobre lo que el director ha observado en el aula mostrará al profesor que el director se preocupa. Los buenos ejemplos mostrarán que el director no sólo se fija en lo negativo. Los ejemplos que muestran en qué puede mejorar el profesor demuestran que el director está pensando en cómo puede mejorar el profesor.
Todas las conversaciones deben terminar con un plan. Este plan debe estar estructurado y orientado para alcanzar el objetivo final. También debe contar con la aportación del profesor para incorporar sus necesidades y capacidades. Los directores deben estar preparados para ayudar a los profesores.
Las observaciones informales de las aulas son una gran herramienta para directores y profesores, pero sólo cuando el debate posterior es útil y utiliza la información de la observación.