Blog Introducción: Como director de escuela o entrenador de instrucción, usted sabe que dar retroalimentación a los maestros después de una observación es crucial para ayudarles a mejorar su práctica. Pero dar feedback puede ser complicado. ¿Cómo encontrar el equilibrio adecuado entre la crítica y el apoyo? ¿Cómo asegurarse de que sus comentarios son constructivos y aplicables?
He aquí cinco consejos para dar feedback a los profesores después de una observación:
- Sé conciso.
Puede resultar tentador contar todo lo que has visto durante una observación, pero resiste la tentación. Su objetivo debe ser proporcionar al profesor algunas ideas clave que le ayuden a introducir pequeños cambios específicos en su práctica. Si intenta abarcar demasiado, abrumará al profesor y reducirá las probabilidades de que ponga en práctica sus comentarios. Limítate a lo esencial. - Sé objetivo.
Cuando des tu opinión, es importante que evites hacer juicios de valor sobre el carácter o las habilidades del profesor. Por ejemplo, en lugar de decir "estás demasiado alto", prueba con "me he dado cuenta de que tu voz se extendía por toda la clase". Esto transmite el mismo mensaje, pero sin poner al profesor a la defensiva. Recuerda que tu objetivo es ayudar al profesor a mejorar, no criticarle como persona. - Utiliza frases con "yo".
Cuando proporciones feedback, utiliza frases como "me he dado cuenta", "lo he visto" o "lo he oído". Esto ayudará al profesor a sentir que estás de su parte y que estáis trabajando juntos para mejorar su práctica. Evita utilizar frases como "necesitas" o "deberías", que pueden parecer prepotentes o sentenciosas. - Céntrate en una cosa cada vez .
Puede resultar tentador intentar abarcarlo todo de una vez, pero es más eficaz centrarse en un área específica cada vez. De este modo, el profesor puede hacer cambios pequeños y manejables en su práctica en lugar de sentirse abrumado por todo lo que tiene que trabajar. Más adelante, siempre se pueden aportar comentarios adicionales. - Sea específico.
Los comentarios vagos como "buen trabajo" o "sigue así" pueden resultar agradables en el momento, pero en realidad no aportan ninguna información útil que el profesor pueda utilizar para mejorar su práctica. Si quiere que sus comentarios sean realmente útiles, debe ser lo más específico posible. Por ejemplo, en lugar de decir "tu lección estaba bien organizada", prueba con "me he dado cuenta de que tenías un plan claro para las actividades de cada día". Cuanto más específico seas, mejor.
Dar retroalimentación es una parte importante de ser un director de escuela o entrenador de instrucción, pero no siempre es fácil hacerlo bien. Siguiendo estos cinco consejos -ser conciso, objetivo, usar frases con "yo", centrarse en una cosa a la vez y ser específico- puede asegurarse de que su retroalimentación sea constructiva y procesable, y que ayude a los maestros a mejorar su práctica en el futuro.