La observación del aula es una parte necesaria de la evaluación del rendimiento del profesor. Como observador en clase, su trabajo consiste en ser lo menos intrusivo posible para poder ver cómo progresa la clase de la forma más orgánica posible. Ser observador en el aula es algo así como ser fotógrafo de la naturaleza: su trabajo consiste en observar e informar sin perturbar nada de lo que sucede naturalmente en el aula.
Los buenos administradores son ante todo buenos observadores. Como tal, hay un conjunto de reglas de etiqueta para la observación del aula que usted debe tratar de cumplir al realizar la observación. El objetivo de estas 7 reglas de etiqueta para la observación del aula es que sus observaciones sean lo más precisas y eficaces posible.
1. Llegar a tiempo
Lo primero es lo primero: siempre hay que ser puntual en las observaciones de clase. Llegar tarde a una clase que estás observando no sólo es irrespetuoso, sino que también puede distraerte mucho cuando entras. Lo ideal es llegar entre 10 y 15 minutos antes. Así podrá conversar con el profesor y encontrar un buen sitio para sentarse y observar. Siempre es de mala etiqueta que el observador profesional llegue a clase más tarde que un alumno. Así que, antes que nada, asegúrate de llegar puntual a tus citas.
En cuanto a la duración de la observación, en realidad no es necesario quedarse toda la clase. Para una clase estándar de 50 minutos, todo lo que realmente necesitas son unos 10-20 minutos para tener una buena visión de lo que está pasando.
2. Espere unas semanas para observar
Por lo general, no es buena idea observar un curso durante las dos primeras semanas de clase. La razón principal es que los profesores necesitan una oportunidad para que la clase adquiera un ritmo sólido. Cualquiera que haya dado clase alguna vez sabe que las primeras semanas pueden ser un poco agitadas y menos productivas, ya que los alumnos todavía se están acostumbrando al profesor y viceversa. Se puede obtener una evaluación muy diferente si se observa una clase después de sólo 2 semanas que si se observa después de 6 semanas.
En algunos casos, sin embargo, puede ser importante observar una clase en sus primeras fases. Por ejemplo, si se centra en el modo en que los distintos profesores desarrollan una relación con sus alumnos, puede que le interese observar una vez cerca del principio y otra cerca del final.
3. Reunirse con el profesor con antelación
Si es posible, intente reunirse con el profesor unos días antes de la sesión de observación. A menudo, a los profesores les gusta reunirse con los observadores de antemano para hablar de los temas específicos en los que quieren que se centre. También pueden proporcionar folletos e información relevante sobre la clase. Reunirse con el profesor de antemano también le da una mejor perspectiva para la observación, ya que puede determinar cuáles son los objetivos del curso, cuál es el plan de clases del profesor y la complejidad del material. A veces, los profesores no pueden reunirse con antelación, ya sea por motivos de agenda o por cualquier otra cuestión, así que asegúrate de consultarlo antes con ellos.
4. Observar activamente
A pesar de lo que pueda parecer, la observación no es un proceso pasivo. Como observador, tienes que practicar la observación hábil, lo que requiere una cantidad sustancial de compromiso cognitivo. Cada 5-10 minutos, debe hacerse preguntas sobre lo que está observando y buscar activamente los criterios que desea analizar. Tomar notas es parte integrante de la experiencia. Los profesores pueden saber hasta qué punto estás atento a la observación leyendo tu lenguaje corporal. No debes dejar que te sorprendan enviando correos electrónicos, consultando el teléfono o con la mirada perdida en la distancia. La comunicación no verbal es clave para expresar que estás comprometido e interesado en lo que se dice.
5. Sea lo menos intrusivo posible
Desgraciadamente, como observador en clase, no hay forma de observar y no perturbar nada al 100%. Simplemente su presencia en el aula cambiará ligeramente la dinámica. Sin embargo, eso no significa que no deba intentar ser lo más discreto posible. A la hora de elegir un asiento, intenta encontrar un lugar al fondo, fuera del campo visual de los alumnos, y procura no interactuar con ellos durante la clase.
Hay algunas excepciones a la regla de la discreción. A veces, tendrá que participar en actividades de clase si el objetivo de su observación es ver las cosas desde la perspectiva de un participante. Siempre debe obtener primero el permiso del profesor antes de iniciar cualquier actividad en el aula. De lo contrario, intenta centrarte únicamente en la observación.
6. Dar feedback
Después del curso, debes proporcionar al profesor cualquier comentario relevante de tus notas. Cuando se trata de comentarios, cuanto más específicos, mejor. Los profesores quieren tener ideas concretas sobre lo que pueden hacer mejor. Fíjate en que hay una gran diferencia entre decir simplemente "Tienes que interactuar más con los estudiantes" y "Tienes que interactuar más con los estudiantes, especialmente cuando discutís conceptos en clase". He aquí algunas formas de mejorar en este aspecto...". La especificidad es la clave y los profesores apreciarán que te hayas tomado el tiempo de darles consejos concretos y aplicables.
También es importante mantener la confidencialidad de estos comentarios. Tampoco debe ir por ahí comentando su tiempo en la observación, salvo con el profesor al que estaba observando.
7. Dar las gracias
Como siempre ocurre, dar las gracias es una parte importante del protocolo de observación en clase. Asegúrese de dar las gracias al profesor por permitirle asistir y observar la clase. No tiene que ser nada extravagante; un simple correo electrónico de agradecimiento estaría bien.
Conclusiones
La observación de las aulas es una parte importante del trabajo de un administrador. La observación tiene su propio código de conducta. Por encima de todo, el elemento clave es el respeto. Cuando observas una clase, primero eres un invitado y luego un administrador.