Como tutor pedagógico, usted sabe que una de las partes más importantes de su trabajo es dar información a los profesores. Pero, ¿cómo es esa retroalimentación? ¿Cómo puede asegurarse de que sea constructiva y conduzca a un cambio positivo en el aula?
Cuando se trata de dar feedback, hay algunas cosas que todo entrenador instruccional debe tener en cuenta. En primer lugar, siempre hay que hacerlo en privado. De este modo, el profesor se sentirá cómodo comentando cualquier aspecto que le preocupe y no tendrá que preocuparse de que su reputación se vea afectada por la conversación.
En segundo lugar, evite el uso del "yo" al dar su opinión. Por ejemplo, en lugar de decir "Me he dado cuenta de que no has mirado a tus alumnos cuando hablabas", prueba con "Me he dado cuenta de que has mirado muy poco a tus alumnos cuando hablabas". Esto ayudará al profesor a sentir que le estás dando un feedback objetivo en lugar de tu opinión personal.
Por último, sea específico a la hora de dar su opinión. Comentarios vagos como "Tienes que mejorar la gestión de la clase" no son útiles y pueden ser perjudiciales. En su lugar, pruebe con algo como "Me he dado cuenta de que en algunas ocasiones los alumnos hablaban fuera de turno y usted no lo abordó inmediatamente. En el futuro, recomiendo abordar el comportamiento disruptivo tan pronto como ocurra para que no se convierta en un hábito".
Dar retroalimentación es una de las partes más importantes del trabajo de un instructor. Siguiendo estas sencillas pautas, puede asegurarse de que sus comentarios sean constructivos y útiles. Y cuando se trata de hacer cambios positivos en el aula, ¡eso es exactamente lo que buscamos!