Las visitas a las aulas son una herramienta para observar la enseñanza en un entorno de aprendizaje. Suelen realizarlas administradores, profesores u otros expertos en educación. El objetivo de las inspecciones y observaciones en el aula es analizar el rendimiento de los profesores y proporcionarles información práctica sobre sus técnicas. En ese sentido, las observaciones y los recorridos por las aulas suelen formar parte de las evaluaciones de los profesores.
Las visitas a las aulas pueden ser informales o más formales. También pueden utilizar distintos modelos de observación que se centran en diferentes aspectos de la enseñanza del profesor y del rendimiento de los alumnos. La mayoría de las veces, los distritos escolares y las escuelas individuales tendrán algún tipo de directrices establecidas para la realización de visitas a las aulas, ya sea en un contexto formal o informal. El objetivo principal de las visitas a las aulas es el análisis de datos que puedan ayudar a mejorar el proceso de enseñanza.
Las observaciones en el aula también pueden ser breves, de no más de 15-30 minutos, o largas y durar todo un día. Los paseos informales suelen durar menos tiempo y pueden tener criterios de observación más específicos.
En la mayoría de los casos, las visitas a las aulas sirven para introducir mejoras en el plan de estudios o en la formación/evaluación del profesorado. En este sentido, suelen centrarse en la calidad de la enseñanza, las evaluaciones del aprendizaje y la eficacia docente. Las visitas pueden ser realizadas por otros profesores del mismo curso o por los administradores del centro.
Muchos profesores trabajan por su cuenta, por lo que acaban creando planes de clase y estilos de enseñanza idiosincrásicos. Por ello, los estilos y la eficacia de la enseñanza pueden variar entre distritos e incluso entre aulas de un mismo centro. Las inspecciones y observaciones de las aulas son un método para resolver estos problemas de técnicas y métodos pedagógicos no estandarizados. A menudo, las visitas a las aulas se realizan como parte del desarrollo profesional de un profesor.
Recorridos formales e informales
Las observaciones formales se realizan normalmente durante un periodo más largo y suelen dar al profesor tiempo suficiente para prepararse para la observación. Aunque pueden ser útiles, muchos críticos señalan que, como las observaciones formales suelen programarse con antelación, los profesores tienen tiempo para prepararse explícitamente para ellas. En consecuencia, lo que se observa puede no reflejar la realidad cotidiana en el aula.
En cambio, las visitas informales son más espontáneas y no suelen programarse con antelación. Al ser más orgánicas, las inspecciones informales más breves pueden dar a los profesores y a los administradores de los centros una imagen más precisa del funcionamiento cotidiano del aula. También pueden reducir la presión sobre los profesores, ya que los contextos de observación informal suelen ser más relajados y menos estrictos.
Ventajas de las visitas guiadas a las aulas
Las visitas a las aulas son una herramienta clave que muchos distritos utilizan para mejorar la eficacia de la enseñanza y el rendimiento de los profesores. A continuación se enumeran algunas de las ventajas de las visitas a las aulas.
Enfoque pedagógico
Uno de los objetivos de los recorridos por las aulas es aclarar y delimitar en qué tipo de aspectos debe centrarse la instrucción del profesor. Ya se trate de la eficacia del aprendizaje, del rendimiento de los alumnos o de las interacciones entre alumnos y profesores, las visitas a las aulas pueden centrarse en aspectos específicos de la enseñanza e identificar qué aspectos de la instrucción necesitan más énfasis y atención. En otras palabras, el objetivo de las visitas a las aulas es asegurarse de que todo el mundo está de acuerdo con los objetivos de la enseñanza.
Lenguaje común de enseñanza
Como hemos dicho antes, un problema al que se enfrentan muchos distritos es que, como los profesores trabajan independientemente unos de otros, a menudo proponen estrategias o técnicas de enseñanza diferentes. Por ello, la eficacia de la enseñanza puede diferir entre las aulas de un mismo edificio. Los recorridos por las aulas ayudan a crear un lenguaje pedagógico común para toda la escuela o todo el distrito.
La principal ventaja de establecer un lenguaje pedagógico común es que ayuda a evitar confusiones o malentendidos durante las reuniones de equipo y los contextos de desarrollo profesional. Por ejemplo, si los profesores utilizan un lenguaje y una terminología diferentes para enseñar los mismos conceptos, los alumnos podrían confundirse y el rendimiento se resentiría.
Además, contar con una técnica de tronco común suaviza las transiciones de los estudiantes de un entorno de aprendizaje a otro. Es una forma de garantizar un tipo de uniformidad entre las normas de enseñanza que, en última instancia, permite a los estudiantes tener más éxito.
Establece una cultura saludable
Las observaciones en clase se utilizan a menudo para evaluar el rendimiento de los profesores. La crítica constructiva y la observación son una buena manera de dar a los profesores un feedback positivo que les ayude a mejorar. La mayoría de los empleados desean recibir comentarios sobre su rendimiento. Hay bastantes pruebas que demuestran que la falta de revisiones del rendimiento en las que se pueda actuar es una de las principales causas de la rotación de empleados, independientemente del sector.
Los paseos no sólo ayudan a los profesores a ser mejores y a mantenerlos contentos, sino que también ofrecen a los administradores y a quienes no pasan tanto tiempo directamente en el aula una visión en primera persona de cómo funciona el aula. Esto, a su vez, permite una mejor relación entre profesores y administradores, ya que fomenta la confianza y el respeto.
Debates sobre las visitas a las aulas
Sin embargo, los paseos y las observaciones en el aula no están exentos de detractores y críticas. La principal crítica es que los distintos administradores y profesores pueden tener opiniones divergentes sobre cómo deben funcionar las observaciones en el aula y qué tipo de criterios de evaluación deben utilizarse.
Además, algunos critican las observaciones en el aula porque consideran que no son eficaces para alcanzar sus objetivos. Esto puede deberse a muchas razones, entre otras:
- Es posible que los administradores y los profesores no utilicen estrategias y técnicas de observación fiables y revisadas por expertos. La observación es una ciencia, y las observaciones aleatorias y desenfocadas pueden ser inútiles.
- Los propios observadores pueden carecer de los conocimientos previos necesarios para aplicar correctamente las normas de observación.
- En el caso de las observaciones programadas de antemano, los profesores pueden alterar sus estrategias y técnicas de enseñanza, lo que ofrece una imagen inexacta que no es representativa de las condiciones normales de enseñanza.
- El feedback puede ser vago, poco útil o carecer de contexto o de guías para mejorar el rendimiento docente.
Aparte de estas razones, algunos pueden pensar que las observaciones en clase son innecesarias o pueden sentirse molestos con las personas encargadas de observar.
Independientemente de los motivos de las críticas, cada vez hay más pruebas de que la observación en el aula, cuando se aplica correctamente, puede ayudar a mejorar la enseñanza. El estudio de la enseñanza en un entorno natural permite extraer enseñanzas que contribuyen a mejorar el proceso de enseñanza en general.